Santa Teresa tuvo un interés especial por fundar en Salamanca, por ser una ciudad de estudiosos y letrados. Alba de Tormes se fundó en la misma época y guarda su sepulcro.
-Claudia Morales Cueto
Santa Teresa funda en Salamanca en noviembre de 1570 y, a los pocos meses, en Alba de Tormes, el 25 de enero de 1571. Su actividad como fundadora era intensa y el establecimiento de cada uno de estos monasterios tuvo dificultades propias. Ambos guardan recuerdos importantes de la presencia de la Santa, que conoceremos en esta peregrinación virtual.
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Salamanca, ciudad de estudiantes
Ya en la época de santa Teresa, Salamanca era una ciudad estudiantil, en la que conseguir casa era difícil. Un amigo, Nicolás Gutiérrez, que tenía varias hijas carmelitas descalzas, les ayuda a conseguir una casa para establecer el monasterio, en un lugar cercano a la universidad. Santa Teresa y María de Cristo llegan a fundar el 31 de octubre de 1570, víspera de la fiesta de Todos los Santos. La casa estaba descuidada y tenía muchos desvanes. Los estudiantes se resisten a desocuparla, pero al fin lo hacen y Teresa y su compañera pueden entrar. María de Cristo se siente impresionada por el mal estado de la casa, la resistencia de los estudiantes para salirse y la fecha. No puede dormir y le dice a la Madre Teresa: «Madre, estoy pensando, si ahora me muriese yo aquí, ¿qué haríais vos sola? «. La Santa dice que el doblar de las campanas no ayudaba, pues era noche de Ánimas, pero haciendo uso de su realismo y sentido del humor le contestó: «Hermana, de que eso sea, pensaré lo que he de hacer; ahora déjeme dormir» (F19,5).
Tres años sin tener casa
La casa era húmeda y tuvieron que seguir buscando donde establecer el monasterio. El proceso fue complicado y tardaron tres años en poder colocar el Santísimo Sacramento en un lugar en donde estuvo el monasterio hasta el año de 1970. El bullicio de la ciudad llevó a las carmelitas a mudar su casa a Cabrerizos, un pueblo cercano a Salamanca. Ahí resguardan numerosos recuerdos teresianos y de las primeras carmelitas descalzas, como Ana de Jesús.
En Alba de Tormes todo fue distinto
El monasterio fundado por santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes sigue estando en la misma casa donde fue fundado. Ahí los problemas fueron otros, como las negociaciones con la pareja que se sintió llamada a ser benefactora de esta fundación. En el capítulo 20 del libro de las Fundaciones, santa Teresa reflexiona sobre el valor de las hijas y defiende el valor de la mujer, pues Teresa de Lays, la benefactora del monasterio, fue rechazada cuando niña por ser la cuarta hija de una familia que no había tenido hijos hombres. Posteriormente, ya casada, no pudo concebir hijos. En un sueño, san Andrés le revela que son otros los hijos que le convienen y le muestra un pozo y a unas monjas con el hábito de las carmelitas descalzas, que ella no conocía. Cuando su esposo y ella llegan a vivir a Salamanca, se encuentra con el pozo que había soñado en la casa a la que llegan a vivir. Este monasterio alberga un importante museo de arte teresiano y carmelitano, con obras de gran belleza. Pero los mayores tesoros están en tres relicarios: el corazón de la Santa, su brazo y su sepulcro.
Video del monasterio carmelita de Alba de Tormes
Para saber más:
Santa Teresa de Jesús. Libro de las Fundaciones, capítulos 18, 19 y 20.
Lee nuestro libro, De Bien en Mejor, fichas 18, 19 y 20. Cómpralo en la Editorial Santa Teresa.
Conoce mejor a santa Teresa, mística y realista
Fotos: ©Claudia Morales Cueto, 2011, 2020. Excepto la foto del sepulcro de santa Teresa, tomada por Lourdes Verano.