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La paz que nos regala Cristo no es la inmovilidad asfixiante que se impone por la fuerza, sino una experiencia de libertad, prosperidad y esperanza que estamos invitados a vivir y compartir cada día. El camino del Adviento es una buena oportunidad para cultivar la paz por medio de los pequeños gestos de bondad.

-Claudia Morales Cueto

Todos los seres humanos disfrutamos la paz y nos sentimos amenazados con el conflicto. La paz es una aspiración de todos los pueblos, de todas las comunidades y las familias, y a también es una tarea, ya que podemos generarla y favorecerla por medio de pequeñas acciones bondadosas.

Mira el video de la clase en este enlace

Un camino hacia la paz

Manuscrito Camino de perfección

Al poco tiempo de haber fundado su primer convento, San José de Ávila, santa Teresa escribe el libro Camino de perfección (foto superior). En él explicará el camino de la oración, pero antes enseñará las virtudes que hay que trabajar para ser una persona orante. La humildad, el desasimiento y el amor son las virtudes teresianas por excelencia. En los primeros capítulos del Camino de perfección, la santa explicará cómo se viven en la comunidad y favorecen la paz.

El Dr. Paul T. Wong, psicólogo clínico especializado en estudiar el sentido vital, afirma que hay cuatro actitudes que rompen la paz:

  1. Los juegos de poder;
  2. Presumir y compararse;
  3. Las mentiras y el fingimiento;
  4. La manipulación.

Estas actitudes las vemos todos los días en las noticias, en las series de televisión y en algunas de nuestras comunidades. ¿Cómo podemos, entonces, favorecer la paz?

La paz como don y tarea

Paz, paz, hermanas mías dijo el Señor, y amonestó a sus Apóstoles tantas veces. Pues creedme, que si no la tenemos y la procuramos en nuestra casa, que no la hallaremos en los extraños.

– Santa Teresa de Jesús, 2M1,9

La paz es un don de Dios, quien nos da la gracia y nos ha regalado una gran capacidad de amar para poder tejer relaciones sanas y felices. De acuerdo con el biblista Luis Alonso Schökel, la paz es un estado que incluye la prosperidad, la plenitud y la bendición de Dios. Hay armonía y florecimiento.

En varias ocasiones, el Papa Francisco ha hablado de la necesidad de ser artesanos de paz. Un artesano ha ido aprendiendo un oficio a lo largo de mucho tiempo, quizá lo aprendió en el seno de su familia. El trabajo artesanal requiere paciencia, cuidado, mimo y una habilidad creativa. Nosotros también requerimos trabajar la paz con ese cuidado, habilidad y paciencia. La fuente de la paz está en nuestro interior, cuando contactamos con el infinito manantial de Amor que es Dios y aprendemos a conocernos a la luz del Espíritu Santo, para aceptarnos con nuestras luces y nuestras sombras.

La paz comienza con la discreción

De andar mirando en otras unas naderías, que a veces no será imperfección… puede el alma perder la paz, y aun inquietar la de las otras.

 1M2,18

Con frecuencia somos unos jueces muy duros de las faltas de los demás, pero si alguien señalara ese defecto en nosotros, encontraríamos excusas, nos disculparíamos, pensaríamos que no tiene importancia. Santa Teresa recomienda a los orantes que se fijen más en mejorar sus propios hábitos e imperfecciones, que en estar buscando faltas en los demás, con lo que muchas veces se rompe la paz.

Ante la debilidad del hermano, no nos comparemos, sino recordemos que nosotros también hemos sido débiles:

… no juzguemos por nosotras ni nos consideremos en el tiempo que, por ventura sin trabajo nuestro, el Señor nos ha hecho más fuertes, sino consideremos el tiempo que hemos estado más flacas.

C7, 5

La paz va de la mano de la afabilidad

Aquí todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar…

C4, 7

Es normal que algunas personas nos parezcan más simpáticas o sintamos más afinidad con ellas. Sin embargo, el favoritismo es una de las actitudes que genera juegos de poder y comparaciones, y con ello rompe la paz de la familia. Lo que santa Teresa recomienda es tener una actitud amistosa y de servicio con todos, aprender a amar a todos los de la casa buscando su lado bueno, apreciando sus virtudes.

Con delicadeza, santa Teresa nos dice que si en el grupo hubiera parcialidades, el favoritismo se puede evitar más con “industria y amor, más que con rigor» (C4, 9). Es decir,en las relaciones interpersonales lograremos más con suavidad, cuidado y cariño, que por la fuerza.

La paz se mantiene con el perdón

No hay cosa enojosa que no se pase con facilidad en los que se aman y recia ha de ser cuando dé enojo.

C4, 5

Todas las personas somos diferentes y es normal que existan diversas opiniones o distintos sentimientos. La irritabilidad o el cansancio pueden provocar malos momentos. En este blog explicamos como el perdón es la virtud que mantiene sanas las relaciones, al dar una nueva oportunidad y permitir que se repare cualquier daño.

La paz se cultiva con el servicio

Vivimos inmersos en una cultura que favorece el egocentrismo y la rivalidad. La paz dentro de la familia o la comunidad se cultiva por medio de buscar el bien del otro, con generosidad y disposición al servicio, tratando de comprender las necesidades de los demás.

Y estas tales almas son siempre aficionadas a dar, mucho más que no a recibir; aun con el mismo criador les acaece esto.

C6, 7

La paz respeta los procesos del otro

Evita la sobreprotección, sabe que las dificultades ayudan a crecer y que nadie experimenta en cabeza ajena. Aunque le duelen las dificultades del hermano, «luego la razón mira si es bien para aquel alma, si se enriquece más en virtud y cómo lo lleva, el rogar a Dios le dé paciencia y merezca en los trabajos» (C7,3).

La paz se favorece con la compasión

La empatía y la compasión nos ayudan a entender el sufrimiento de los demás y a ser bondadosos con ellos. Al mismo tiempo, estas actitudes evitan la comparación y los juicios que rompen la paz.

Es bueno y necesario algunas veces mostrar ternura en la voluntad, y aun tenerla, y sentir los trabajos y enfermedades de las hermanas; aunque sean pequeños.

 C7, 5

La paz se fortalece con la práctica de la virtud

Para evitar las críticas y murmuraciones, así como la comparación, santa Teresa aconseja que practiquemos las virtudes en lugar de juzgar a los demás. No se trata de cerrar los ojos, de hacernos tontos, sino de practicar la virtud contraria a la falta que es notoria en el otro.

… siempre sientan mucho cualquiera falta, si es notoria, que veáis en la hermana…y procurar hacer vos con gran perfección la virtud contraria de la falta que le parece en la otra…  Y esto de hacer una lo que ve resplandecer de virtud en otra, pégase mucho.

C7, 7

Cuando leemos o escuchamos las noticias, nos damos cuenta de que existe mucha violencia en el mundo. Hasta en las redes sociales o grupos de Whatsapp se dan conflictos por la polarización política o en torno a temas de la pandemia, como los cubrebocas y las vacunas. Favorecer la paz en la familia y en la comunidad es una acción que tenemos a nuestro alcance para vivir de acuerdo al mandamiento del Amor, que implica donación, compasión y servicio:

Perdería mil vidas por un pequeño bien suyo.

¡Oh precioso amor, que va imitando al capitán del amor, Jesús, nuestro bien!

C6, 9

Referencias

Álvarez, T, (2004). Santa Teresa de Jesús, obras completas. Burgos: Editorial Monte Carmelo.

Morales Cueto, C.; Castro Yurrita, E. (2011). El amor nos hará apresurar los pasos. México: Editorial Santa Teresa

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