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Aunque santa Teresa de Jesús nunca tuvo acceso a una Biblia, conocía bien el Evangelio y son varias las mujeres que la inspiraron en su amistad y seguimiento de Jesús. ¿Quiénes te inspiran a ti?

– Claudia Morales Cueto

 

La Virgen María

Desde pequeña, santa Teresa aprendió a tener devoción a la Virgen María. Su madre la enseñó a rezar el rosario y, cuando ésta muere, acude a los pies de la Virgen de la Caridad para pedirle que sea su madre. Teresa tiene en ese momento alrededor de 13 años. Mucho tiempo después, cuando escribe el libro de la Vida, cuenta que si bien su oración fue sencilla, la Virgen siempre la ha protegido. Santa Teresa nos muestra a la santísima Virgen María como modelo del seguimiento a Cristo: lo cuida de pequeño, está con Él desde Belén hasta la cruz; goza y sufre con Él. Es ejemplo de humildad y maestra de oración. Es madre de Jesús, pero Él la comparte con nosotros al final de su vida y la hace madre de toda la Iglesia.

Actitud clave:

Humildad, fidelidad a Dios en todo momento.

Para saber más:

Mt 1,18-25; Lc 1,26-38; Lc 1,39-56; Lc 2,1-21; Lc 2,22-40; Lc 2,41-51; Jn 19,25-27.

 

Santa María Magdalena

Actualmente los estudiosos de la Biblia distinguen entre tres mujeres que antes se pensaba que eran una sola: María de Betania, hermana de Lázaro y de Marta; María de Magdala, de la que Jesús expulsó siete demonios, que estuvo al pie de la cruz y a quien se le apareció Jesús resucitado; y una tercera mujer, la pecadora anónima que lava los pies de Jesús en casa de Simón el fariseo. Teresa admira a la Magdalena por su conversión, pues pasa de pecadora a ferviente seguidora y amiga de Cristo. A Jesús no le importa el qué dirán y reconoce en ella un corazón amoroso y dispuesto a cambiar. Santa Teresa la considera también modelo de vida contemplativa, por escuchar atentamente la voz del maestro.

Magdalena lava los pies de Jesús

«Mirad cómo respondió el Señor por la Magdalena en casa del fariseo…» (C15,7).

Actitud clave:

La determinada determinación de convertirse y seguir a Cristo.

Para saber más:

Jn 19,25; Jn 20,1-18; Mt 27,55; Mc 15,40; Lc 8,2.

En las obras de Santa Teresa: V 9,2; V 17,4; V 22,15; C 40,3; 1M1,3; 7M2,7; R 5,5.

 

La Samaritana

Dentro del breviario o libro de oraciones de Santa Teresa, había una estampa con la imagen de Jesús y la Samaritana junto al pozo, en cuya parte inferior Teresa escribió en latín: “Señor, dame de esa agua”. Desde pequeña la inspira la mujer de Samaria y pide a Jesús que sacie su sed de Dios. Se identifica con ella por ser mujer, porque un encuentro con Jesús la convierte, y porque después va a comunicar a todos los de su pueblo que ha encontrado al Mesías y que Él sabe todo lo que ella ha hecho. Muchos se convirtieron por su sencillo testimonio. Sólo el agua que da Jesús calma los anhelos del corazón y le da lo que necesita: paz, orientación, consuelo, perdón y amor. Teresa nos invita a acudir todos los días al pozo, lugar de encuentro, lugar de oración, para recibir el agua viva que da Jesús.

La Samaritana en el pozo

«Señor, dame agua» (V30,19).

Actitud clave:

Oración, todos los días, para pedir a Jesús que sacie nuestra sed.

Para saber más:

Jn 4,1-42; En las obras de santa Teresa: V 30,9; 6M11,5; C 19,2; CAD 7,6,

 

Marta y María

Son las hermanas de Lázaro, que vivían en Betania, adonde Jesús iba a veces a visitarlos. Cada una a su manera, tienen plena fe en Jesús, tanta que cuando muere su hermano le piden que haga algo por él, aunque ya tiene cuatro días muerto. Pero Marta, siempre práctica, le advierte que ya debe oler muy mal. María es el ejemplo del discípulo contemplativo, que se deleita escuchando la voz de su maestro. Marta, por su parte, se ocupa de los quehaceres del hogar; su manera de atender al Maestro es haciendo la comida y la limpieza, para que Él esté cómodo. La conclusión de santa Teresa es que Marta y María deben andar siempre juntas, pues para poder servir a Jesús no basta con la oración o con la acción, sino que un buen discípulo debe orar y actuar; ninguna de estas conductas es mejor que la otra, sino que ambas son necesarias.

Marta y María

«Marta y María han de andar siempre juntas para hospedar al Señor y tenerle siempre consigo…» (7M4,12).

Actitud clave:

Escuchar a Jesús, platicar con Él para poder cumplir mi misión como miembro de la Iglesia.

Para saber más:

Lc 10,38-42; Jn 11,1-27; Jn 12,1-8. En las obras de santa Teresa: V 17,4; V 22,9; C 17; 7M4,12; R 5.

Te invitamos a que en este mes de la Biblia puedas conocer mejor a estos modelos que inspiraron a santa Teresa para profundizar en su trato de amistad con Jesús.

 

Las ilustraciones que acompañan este blog fueron realizadas por Mariana del Castillo y se publicaron originalmente en el Calendario STJ 2008, Santa Teresa y la Biblia, publicado por el Proyecto JAS.

 

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