Toledo, Sevilla y Granada son ciudades que los latinoamericanos conocemos por la historia o por haberlas visitado. En esta peregrinación virtual conoceremos las fundaciones teresianas en esas tres ciudades.
– Claudia Morales Cueto
En esta peregrinación virtual para conocer más del legado de santa Teresa, visitaremos tres ciudades importantes en las que fundó monasterios carmelitas descalzos. Toledo, que había sido la capital del imperio español; Sevilla, la ciudad más rica de España en esa época; y Granada, de alto valor simbólico debido a la reconquista realizada por los Reyes Católicos unas décadas antes.
Toledo, ciudad imperial
Hasta 1563, Toledo fue la capital del imperio español. En ese año, Felipe II cambia la capital a Madrid. Sin embargo, por muchos años los nobles siguieron teniendo sus palacios en esa ciudad y era la ciudad mejor comunicada de España.
Recuerdos familiares en Toledo
La ciudad de Toledo evoca recuerdos familiares en santa Teresa, pues es donde vivió su abuelo paterno Juan, que tenía un negocio de sedas y terciopelos en esa ciudad. La familia de Don Alonso, padre de santa Teresa, era de origen judío y se habían convertido al catolicismo. Sin embargo, el abuelo de Teresa, Juan, fue acusado de prácticas judaizantes y tiene que cumplir una penitencia en la plaza de Toledo, por lo que en cuanto puede manda a sus hijos a hacer sus vidas a otras ciudades, donde no los persiga esa humillación, y en las que puedan casarse con «cristianas viejas», es decir, mujeres cristianas que no tengan sangre mora o judía.
Aquí comenzó a escribir santa Teresa
Otro recuerdo teresiano en Toledo es la estancia de santa Teresa en esa ciudad, de fines de 1561 a mediados de 1562. En diciembre de 1561, el padre provincial Ángel de Salazar la manda a consolar a Doña Luisa de la Cerda, una mujer de la alta nobleza que ha quedado viuda. Es durante su estancia en Toledo que comienza a escribir el libro de su vida. También, en el palacio de Doña Luisa, se da cuenta de la necesidad de fundar los monasterios en pobreza, para vivir con mayor libertad (V34 y 35).
Monjas virtuosas en la ciudad de los linajes
La fundación de Toledo es la quinta que realiza santa Teresa, el 14 de mayo de 1569. Aunque en un inició se hospedó en el palacio de Doña Luisa y pensó tener su apoyo, los nobles no la ayudan porque la fundación había sido solicitada por la familia de un mercader. En el capítulo 15 del libro de las Fundaciones podemos leer cómo esta familia pone condiciones que santa Teresa no puede aceptar, por lo que se queda sin el apoyo de los nobles y sin el apoyo de los mercaderes, en una situación muy precaria. Al final, quien más las ayuda es un muchacho cuya única riqueza es su buena voluntad. La gran lección de esta experiencia es que las virtudes importan más que el linaje.
«Mucho te desatinará, hija, si miras las leyes del mundo. Pon los ojos en mí, pobre y despreciado de él. ¿Por ventura serán los grandes del mundo, grandes delante de mí? ¿O habéis vosotras de ser estimadas por linajes o por virtudes?» (Relación 8).
Conoce en este enlace cómo empezó santa Teresa a escribir «Las Moradas».
En las entradas siguientes del blog, publicaremos los recuerdos de las fundaciones en Sevilla y Granada.
Para saber más:
Lee el libro de las Fundaciones, de santa Teresa de Jesús, capítulos 15 y 16.
Lee el Libro de la Vida, de santa Teresa de Jesús, capítulos 34 y 35.
Compra nuestro libro, Vida que transforma vidas
Lee nuestro libro, De Bien en Mejor, fichas 15 y 16. Cómpralo en la Editorial Santa Teresa.
Fotos: ©Claudia Morales Cueto, 2011, 2020. Con excepción de la foto panorámica de Toledo, realizada por Lourdes Verano.